WORMHOLE

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Juegos de Rol e Interpretación


2 participantes

    UNIVERSIDAD NACIONAL DE ODESSA

    Lughuria
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    Mensaje  Lughuria Vie Ago 05, 2011 12:38 pm

    Dos días antes…


    El mensajero llegó hasta la conserjería de la universidad con visibles gestos de haber corrido en su bicicleta como alma que lleva el diablo, por su propio bien el sobre debía ser entregado antes del Mediodía al destinatario. Una vez frente al conserje, preguntó por el tal Andréevich Koslov.

    El hombre, ojeó al muchacho tras las hojas del periódico del día y sin preguntar nada al respecto, ni realizar gesto alguno que indicase la más mínima expresión, masculló con voz aburrida_ Cuarto piso, segundo pasillo, tercera puerta.
    El muchacho continuó su carrera particular, escaleras arriba. Llego jadeante frente a la puerta indicada, tomándose unos segundos para calmar la agitada respiración escuchó como algún reloj, advertía sonoramente de la hora señalada. Doce campanadas que retumbaron en el silencioso pasillo. Golpeó la puerta con los nudillos tres veces y la espera hasta obtener una respuesta se le hizo más que eterna.

    Frente a él, un hombre al que se podía considerar joven, esperaba a ser informado.

    _ ¿Señor Andréevich Koslov? _ El muchacho pregunta y el hombre asiente_ tengo una carta para usted: continuó alargando la mano con el sobre, pulcramente lacrado con el sello del Kremlin_ Los ojos de ambos se cruzaron unos instantes. Quizás el profesor se preguntaba que esperaba el mensajero y este preguntaba a que esperaba Andéevich para abrir la misiva_ Tengo de devolver respuesta Señor_ el chaval sentenció así los incómodos minutos de espera, mientras el destinatario del correo abría el sobre y leía para si mismo la carta.




    “Señor Nicolay Andéevich Koslov. La Patria requiere de sus servicios como Doctor en Biología marina como parte del equipo de investigación del Buque AGER 2, amarrado en el puerto de la base militar de Magadan. Se espera su partida hacia las islas del pacifico en menos de 48 horas. Tiempo en el que Usted ha de estar abordo. Una vez allí se le darán indicaciones precisas de su misión. El tren de mercancías que tiene como hora de salida las 15:30 de este mismo día, le espera como pasajero excepcional.”


    Una vez leído el contenido del mensaje. El profesor escribe una nota que ofrece al muchacho para sea llevada a quien corresponda.
    arielpellegrini
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    G.investigación
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    Mensaje  arielpellegrini Vie Ago 05, 2011 8:13 pm

    "Es un honor y un privilegio poder poner mis conocimientos al servicio de mi patria. Ahí estaré"

    Luego de entregar la escueta misiva de respuesta al mensajero, cerró la puerta de su oficina. y se dirigió a la ventana que daba al campo de deporte. Observó a un grupo de alumnos correr en una pista olímpica y se puso a recordar sus días de estudiante y sus últimos viajes de investigación. Desde que había llegado a Odessa el había podido confirmar lo que se decía de la ciudad, la mas europea de las ciudades rusas. El ambiente del campus estaba mas en consonancia con la era de conocimientos y ciencias que reinaba en el resto del planeta que lo que lo estaba en el resto del país. Y una vez más, gracias al partido, pensó de manera ácida, debía despegarse de las pocas comodidades que había logrado reunir a base de esfuerzo, influencias y sobornos.

    Meneó la cabeza y suspiró, se alejó de la ventana y fue a su bien surtida biblioteca a buscar alguna referencia de Magalán. Y en un pequeño Atlas pudo ver que le esperaba un largo viaje en tren hasta el dichoso puerto. Debía cruzar prácticamente todo el país. Más de 5000 km. Buscó algún libro que hablara de la zona, pero no tenía nada de la zona en cuestión. Releyó la nota en busca de información adicional, pero no vio nada que le anticipará a que se enfrentaría. Aunque supuso que por el estado de las cosas debían estar buscando alguna fuente de alimentos alternativa. Tomó la nota y fue a la oficina de su superior a transmitirle la novedad y luego de unas horas ya habían solucionado el tema de su reemplazo y sus asuntos pendientes. Fue a su cuarto y preparó su valija procurando poner la ropa más abrigada que tuviese en ella. Por último llamó a su padre, con quien hacía meses no hablaba y le comunicó su nueva asignación. Fue una charla fría, casi protocolar, y ninguno puso especial interés en demostrarle sus sentimientos al otro. La relación se había deteriorado mucho luego de su regreso a Rusia. Nicolay no podía dejar de culpar a su padre por lo que su familia había perdido mientras que su padre sentía que su hijo no solo era un ingrato, sino que no tenía lo necesario para sostener el poder que su familia durante generaciones había logrado reunir.

    No se despidió de nadie más, nada lo ataba especialmente a esta ciudad, ni siquiera el trabajo era lo que el había esperado en un principio. Al avance científico y técnico que se pregonaba a cada viento, se le anteponía la burocracia y los constantes cambios políticos. A veces luego de estar semanas o meses llenando formularios para conseguir los materiales para un experimento o los permisos para una investigación, estos simplemente se perdían, o ante el cambio de un secretario regional se debía comenzar todo de nuevo. Quizás este viaje le deparara alguna emoción, o al menos la posibilidad de adquirir nuevos conocimientos, lo cual desde su óptica era emocionante.

    A las 15:00 hs y luego de discutir con el jefe de estación que el debía abordar un tren de carga por más de 30 minutos, sacó la dichosa nota para usarla como argumento. El jefe al ver finalmente el sello del Kremlin en la nota le permitió abordar. Seguía siendo increíble el poder que tenían los símbolos en este régimen.

    Las horas se sucedieron sin mayores incidentes, y Nicolay las aprovechó para releer un tomo de la fauna marina del pacifico que solicito prestado en la biblioteca de la Universidad. En cierto modo lo divertía pensar el predicamento en que se encontraría el bibliotecario cuando se enterara que él había salido de viaje sin fecha de retorno. Pensó en enviarlo por correo antes de embarcar, pero como funcionaban las cosas, seguro que terminaría en un depósito atestado de objetos perdidos, por lo que prefirió conservarlo.

    Al llegar a Magadán lo sorprendió encontrar a un uniformado esperándolo junto a un coche negro.

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