Petra se sintió agradecida por la brisa marina, aunque fría, servía para despejarla del tema inquietante que habían venido conversando con Nicolay y Villarroja. El sargento Vassiliev se había retirado, probablemente tenía cosas mejores que hacer que escuchar lo que, a todas luces le aburría.
Al contemplar el mar se le ocurrió que la Taigá era un mar de pasto verde, tan dilatada y extensa como este mar oscuro y probablemente helado. Estaban a una latitud considerablemente alta, razonó. De hecho debían estar ya en una zona subártica: el aire era extremadamente frío.
Recorrió la corta distancia desde el comedor de oficiales hasta el camarote al que la habían destinado. Era extraño que, habiendo ocurrido el advenimiento del socialismo, las clases entre oficiales, sub-oficiales y tripulación se mantuvieran. Al menos en el AGER2... Esbozó una sonrisa para sí mientras abría la puerta del camarote.
Ivanovna parecía indignada por algo. Petra convirtió su sonrisa levemente irónica en una sonrisa de cortesía, debida a su compañaera de habitación. Iba a desearle buenas noches cuando vió, con sorpresa, que entraban al camarote Dimitri, Nicolay y Villarroja, uno detrás del otro. Iba a preguntar qué pasaba cuando las palabras de Ivanovna se lo aclararon: una reunión.
Permaneció de pie, mientras escuchaba a la soldado. Era evidente que le molestaba profundamente que el interes se desplazara del submarino hacia la isla y los isleños. De todos modos, pensó Petra: ¿cuál era el propósito del sujeto que había irrumpido en el AGER2 para matar a Kozec? Dudaba que fuera el submarino... A no ser que...
Dejó que Ivanovna desahogara su evidente frustración, antes de intervenir ante su pregunta...
-«¿Alguna pregunta?»
-No, realmente no tengo pregunta alguna para hacer-- comentó Petra, con un suave ademán de su mano - Francamente, no entiendo de submarinos y esa clase de asuntos. Pero... me permito recordarles, camaradas, que las supersticiones suelen basarse en algunos pocos hechos verdaderos que, por ignorancia o temores, las gentes sencillas suelen expresar con metáforas y otras figuras de lenguaje. Y, seguramente, mis conocimientos de antropología puedan servir, al menos parcialmente, para recuperar esas piezas del submarino o bien indagar en su paradero.
Petra suspiró mientras observaba el efecto de sus palabras en los presentes. Hizo espacio a algun comentario para luego continuar:
-Si recuerdan el informe de Dhurga Mithen, recordarán que fue la única sobreviviente de ese submarino, Si tenemos en cuenta esto, hariamos bien en no subestimar a los nativos, que, muy probablemente dieron cuenta de los compañeros de Dhurga. Muy probablemente son astutos y tenemos la desventaja de no conocer su idioma ni el terreno en que viven, su fauna y sus peligros. - Petra hizo un gesto deteniendo cualquier objeción- Ya termino, camaradas. Seguramente, si esos nativos adoran a deidades marinas, consideren que el mar próximo a sus islas sea territorio sagrado. Y si esto es así, podría ser que el submarino, lo que quede de éste, este dentro de terrenos sagrados para ellos. Por lo que, deberíamos ser prudentes en la búsqueda del submarino, camaradas.
Petra hizo un gesto a su compañero a su derecha, para que expresara su opinión.
Al contemplar el mar se le ocurrió que la Taigá era un mar de pasto verde, tan dilatada y extensa como este mar oscuro y probablemente helado. Estaban a una latitud considerablemente alta, razonó. De hecho debían estar ya en una zona subártica: el aire era extremadamente frío.
Recorrió la corta distancia desde el comedor de oficiales hasta el camarote al que la habían destinado. Era extraño que, habiendo ocurrido el advenimiento del socialismo, las clases entre oficiales, sub-oficiales y tripulación se mantuvieran. Al menos en el AGER2... Esbozó una sonrisa para sí mientras abría la puerta del camarote.
Ivanovna parecía indignada por algo. Petra convirtió su sonrisa levemente irónica en una sonrisa de cortesía, debida a su compañaera de habitación. Iba a desearle buenas noches cuando vió, con sorpresa, que entraban al camarote Dimitri, Nicolay y Villarroja, uno detrás del otro. Iba a preguntar qué pasaba cuando las palabras de Ivanovna se lo aclararon: una reunión.
Permaneció de pie, mientras escuchaba a la soldado. Era evidente que le molestaba profundamente que el interes se desplazara del submarino hacia la isla y los isleños. De todos modos, pensó Petra: ¿cuál era el propósito del sujeto que había irrumpido en el AGER2 para matar a Kozec? Dudaba que fuera el submarino... A no ser que...
Dejó que Ivanovna desahogara su evidente frustración, antes de intervenir ante su pregunta...
-«¿Alguna pregunta?»
-No, realmente no tengo pregunta alguna para hacer-- comentó Petra, con un suave ademán de su mano - Francamente, no entiendo de submarinos y esa clase de asuntos. Pero... me permito recordarles, camaradas, que las supersticiones suelen basarse en algunos pocos hechos verdaderos que, por ignorancia o temores, las gentes sencillas suelen expresar con metáforas y otras figuras de lenguaje. Y, seguramente, mis conocimientos de antropología puedan servir, al menos parcialmente, para recuperar esas piezas del submarino o bien indagar en su paradero.
Petra suspiró mientras observaba el efecto de sus palabras en los presentes. Hizo espacio a algun comentario para luego continuar:
-Si recuerdan el informe de Dhurga Mithen, recordarán que fue la única sobreviviente de ese submarino, Si tenemos en cuenta esto, hariamos bien en no subestimar a los nativos, que, muy probablemente dieron cuenta de los compañeros de Dhurga. Muy probablemente son astutos y tenemos la desventaja de no conocer su idioma ni el terreno en que viven, su fauna y sus peligros. - Petra hizo un gesto deteniendo cualquier objeción- Ya termino, camaradas. Seguramente, si esos nativos adoran a deidades marinas, consideren que el mar próximo a sus islas sea territorio sagrado. Y si esto es así, podría ser que el submarino, lo que quede de éste, este dentro de terrenos sagrados para ellos. Por lo que, deberíamos ser prudentes en la búsqueda del submarino, camaradas.
Petra hizo un gesto a su compañero a su derecha, para que expresara su opinión.